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¿Fillers o Lipofilling Facial y Periocular?

Por el Dr. José Villamarín.

Hoy vamos a hablar de las opciones más interesantes que tenemos para redefinir o rejuvenecer la mirada, así como otras partes de la cara o el cuello y las manos: los fillers o rellenos dérmicos y el lipofilling, llamado también transferencia de grasa autóloga o fat transfer.

Como todos sabemos, uno de los componentes más importantes del envejecimiento de los párpados y área periocular, así como en otras partes del cuerpo, es el hundimiento o adelgazamiento de los tejidos subcutáneos, así como la aparición de arrugas y pérdida de tersura y elasticidad de la piel. Los fillers y la grasa tienen un papel importante en mejorar o solucionar estos problemas.

¿Para empezar, quién deberia inyectar los rellenos u otras sustancias en la cara o cuello?

Es una gran controversia. Pero en mi práctica, yo soy el único responsable de la inyección de esta u otras sustancias y otros procedimientos, pues considero que es un acto médico con sus beneficios y riesgos, y tengo mi opinión basada en muchos coceptos, razonamientos y experiencia.

En mi opinión, la inyección de los rellenos dérmicos u otras sustancias o la ejecución de procedimientos en la cara, y en la zona periocular en particular, requiere de un profundo conocimiento de la anatomía humana, que yo considero solo se consigue tras largos estudios y disecciones con cadáveres, así como estudios de la patología y la cirugía humanas, en la consecución del título de grado, licenciado o doctor en Medicina. Además, la disección de cadáveres para médicos es muy recomendable como formación continuada, actividad que muchos médicos y cirujanos estéticos suelen realizar frecuentemente, y entre los que me incluyo, en cursos autorizados a lo largo del mundo.

Opino igualmente, que no es solo cuestión de saber inyectar correctamente (usando agujas o cánulas punzantes) cualquier tipo de sustancias, como tratamiento anti arrugas con neuromoduladores, rellenos dérmicos o anestesicos locales, sino también comprender y saber prevenir y tratar sus complicaciones, que aunque raras, pueden ser muy graves. El médico, a mi entender, es el único con profunda formación científico-técnica y con responsabilidad legal plena en este y otros actos médicos, así como el único preparado para recibir sus logros y para manejar sus complicaciones.

¿Qué diferencias principales hay entre rellenos dérmicos y el lipofilling facial y periocular?

Los rellenos dérmicos, rellenos o fillers, son sustancias que se inyectan con agujas especiales o cánulas de seguridad y en consultas, por personal autorizado y entrenado, para dar volumen y forma a zonas que lo requieran, en particular áreas envejecidas de cara, cuello y manos. Una de las zonas donde más frecuentemente se inyectan es el tercio medio de la cara y la region periocular, en particular. Hay muchos rellenos dérmicos que se inyectan en muchos países, y algunos están prohibidos en España. Las autorizadas en España incluyen el ácido hialurónico, la hidroxiapatita de calcio, o el ácido poliláctico, principalmente.

Por otro lado, la transferencia de grasa autóloga es una gran alternativa al relleno dérmico. Consiste en extraer grasa de otras partes del cuerpo, con tecnología especial, procesado específico usual, e inyección en cara, cuello y manos, principalmente. Puede tener efectos voluminizadores y también regenerativos, y cada función tiene su protocolo y tecnología. Usualmente, el procedimiento de lipofilling se suele realizar en quirófano con anestesia local y sedación, para un efecto primariamente voluminizador, y a veces combinado con otros procedimientos. En raras ocasiones se realiza en consulta, con anestesia local y para procesos regenerativos (fracción vascular estromal) más que voluminizadores y usando un protocolo especial. Sin embargo, los fillers se inyectan en general en consulta y con anestesia tópica y cremas especiales.

La transferencia de la propia grasa realizada en la cara, cuello, o manos para rejuvenecimiento o redefinición, no implica riesgo de que su cuerpo la rechace. Los fillers si pueden dar problemas de integración o algún grado de reacció o rechazo.

Los resultados finales del lipofilling pueden tardar de tres a nueve meses en ser totalmente visibles, tiempo que necesita la grasa para integrarse estructural y funcionalmente, y duran muchos años, que consideramos como algo permanente. Esto no se suele observar con los fillers, que suelen ser de efecto inmediato pero duran poco tiempo, a lo sumo de 6 a 24 meses.

Por último, es frecuente ver en el postoperatorio algo más de inflamación, hematomas y recuperación más lenta con el lipofilling.

Debido a la mayor complejidad, el lipofilling es más caro como acto único, aunque si sumamos el gasto de fillers durante varios años, hay muchos casos en que los fillers salen más caros. En todo caso, el lipofilling no produce el cuadro de fatiga de fillers, el síndrome de llenado excesivo de fillers o el rechazo, problemas de los que hablaré en futuros blogs.

Las conclusiones…

En esencia, las dos técnicas son soluciones excelentes y su indicaciones dependen de las necesidades y deseos del paciente, de la recomendación del médico, y de la situación de cada caso. De cualquier manera, los fillers son más inmediatos, repetibles por transitorios, de inyección en consulta y más económicos por cada aplicación. En contrapartida, el lipofillig se suele usar en quirófano, el resultado es retardado pero permanente y de aplicación usualmente única, y no produce reacciones de rechazo. En general, para personas jovenes es admisible el uso de fillers; en pacientes de más edad, con otros procedimientos quirúrgicos pendientes o con previos tratamientos con fillers, recomiendo el lipofilling.

Si quiere más información, no dude en ponerse en contacto con el Dr. José Villamarín pidiendo cita en persona o a través de su consulta online. Gracias.